Aunque se trata de un problema viejo, los medios de comunicación vuelven a llamar la atención acerca del tráfico de mujeres embarazadas, a punto de parto, que son traídas al país a parir. El presidente de la Junta Central Electoral, Dr. Julio César Castaños Guzmán, ha dicho que hay que evitar que nuestro país siga siendo el “paritorio” de las haitianas. Algún entendido ha indicado que cada evento de estos representa para las arcas del Estado dominicano, RD$30,000 ($630 dólares a la tasa de hoy). Desde el punto de vista humano, como nos han obligado a mirarlo, es dable la actitud oficial, de atender a cualquier mujer por igual, sin reparar en su documentación, si alguna, ni su nacionalidad. Difícil desde el punto de vista clínico que una mujer sin record previo, se presente en labores de parto y de allí la alta tasa de mortandad infantil y de problemas en madres. Aportan a las estadísticas: 40 de las que paren en hospitales y el 27.5% de las muertes. Es difícil la comunicación con estas mujeres, además de sus hábitos primitivos de aseo e higiene. Lo grave, es que se trata de un organizado tráfico humano, condenado en infinidad de acuerdos internacionales pero inducidos a la miopía con que los organismos universales observan lo que sucede con los haitianos en nuestro país. Existen grupos organizados financiando estos procesos de identificar y explotar todas las debilidades, que favorezcan una masiva migración descontrolada. Como adición al organizado plan de la Invasión por el Útero, esto trae beneficios económicos y en muchos casos con complicidades de criollos, creando un peculiar y fructífero “turismo de salud”. Creo que la inversión en una universidad que el Gobierno Dominicano regaló a Haití, que motivó una sincera expresión de desagradecimiento oficial, cuando le quitaron el nombre de Juan Bosch, que le habían asignado los donantes, para finalmente llamarla Roi Henri I. La biblioteca fue designada con el nombre del Presidente Bosch, como “premio de consolación” …. Bien debió dedicarse el monto invertido, en la construcción de 3 hospitales, ubicados en la frontera, en su propio territorio, en los puntos de máximo tráfico de haitianos hacia RD y que se concentraran los partos en esas zonas, para aquellas parturientas que no sean residentes legales y acogidas al plan de regulación.
Un agravante es el registro de niños como dominicanos, por una mafia organizada que dota de documentos de manera fraudulenta, usando datos de personas fallecidas en hospitales. Se investiga un elevado número de declaraciones tardías, que hacen figurar a niños haitianos como nacidos aquí y como hijos de esos fallecidos. El encargado de negocios de la Embajada americana en el país, Robert Copley, declaró recientemente que apoya las medidas tomadas por Dominicana, para deportar indocumentados, agotando el debido proceso, como legítimo derecho de un país soberano.
Un agravante es el registro de niños como dominicanos, por una mafia organizada que dota de documentos de manera fraudulenta, usando datos de personas fallecidas en hospitales. Se investiga un elevado número de declaraciones tardías, que hacen figurar a niños haitianos como nacidos aquí y como hijos de esos fallecidos. El encargado de negocios de la Embajada americana en el país, Robert Copley, declaró recientemente que apoya las medidas tomadas por Dominicana, para deportar indocumentados, agotando el debido proceso, como legítimo derecho de un país soberano.