LA HABANA.- Medios oficiales cubanos destacan hoy en una nota titulada “Odebrecht no compró favores en Cuba” declaraciones judiciales del magnate brasileño Marcelo Odebrecht, envuelto en un escándalo por sobornos millonarios, en las que exculpa a la isla y recalca la “honestidad” de sus funcionarios.
El diario estatal Juventud Rebelde publica en portada un artículo sobre las declaraciones de Odebrecht ante la Justicia, replicadas por medios brasileños, en las que afirmó que no hubo “solicitud de ventaja” en la adjudicación del proyecto del puerto de Mariel, incluido en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel (ZEDM).
Con una inversión de alrededor de 900 millones de dólares, la ZEDM es el proyecto estrella de la isla para captar capital extranjero e integra además una terminal de contenedores construida por la Compañía de Obras e Infraestructura, filial de la constructora Odebrecht.
El exCEO insistió en que las transacciones con Cuba fueron “limpias” y agregó que “la corrupción en Cuba es ‘borde cero’ lo que sería comprobado por el hecho de que los ministros llevan una vida sencilla”, escribe Juventud Rebelde en la nota, que no lleva firma.
El artículo recuerda que en diciembre pasado el Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló que la empresa brasileña Odebrecht, entre las mayores compañías ingenieras y constructoras de América Latina, pagó sobornos millonarios en un escándalo que salpicó a funcionarios de doce países.
El caso de Odebrecht, que se destapó en 2015 durante la investigación por corrupción a la petrolera estatal brasileña Petrobras, involucró a autoridades y ejecutivos de EE.UU. Argentina, Colombia, Ecuador, Angola, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú, República Dominicana y Venezuela.
En esos países Odebrecht supuestamente pagó altas sumas de dinero para obtener negocios y licencias millonarias para ejecutar importantes obras públicas entre 2001 y 2016.
Ayer un alto funcionario del Departamento de Justicia estadounidense aseguró que la constructora pagó al Gobierno de EE.UU. los 93 millones de dólares que había acordado abonar fruto del pacto judicial que alcanzó con EE.UU., Brasil (2.390 millones de dólares) y Suiza (116 millones).
Odebrecht tiene una estrecha relación con el Gobierno de Cuba, con el que ha firmado varios contratos, entre los que resalta la construcción de la mayor parte de la ZEDM, en la que el Gobierno brasileño puso 682 millones de dólares a través del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES).
En 2015 una web oficialista cubana publicó que la compañía brasileña se ocuparía de la ampliación del Aeropuerto de La Habana, aunque en 2016 la isla anunció que el proyecto estaba adjudicado a la francesa Bouygues.
Una subsidiaria de Odebrecht también firmó en 2013 un contrato de 13 años con la empresa estatal Azcuba, que controla todo el sector azucarero de la isla, para administrar y modernizar un centro azucarero en la provincial de Cienfuegos, la primera inversión extranjera en ese sector, controlado por el Estado desde 1959
Con una inversión de alrededor de 900 millones de dólares, la ZEDM es el proyecto estrella de la isla para captar capital extranjero e integra además una terminal de contenedores construida por la Compañía de Obras e Infraestructura, filial de la constructora Odebrecht.
El exCEO insistió en que las transacciones con Cuba fueron “limpias” y agregó que “la corrupción en Cuba es ‘borde cero’ lo que sería comprobado por el hecho de que los ministros llevan una vida sencilla”, escribe Juventud Rebelde en la nota, que no lleva firma.
El artículo recuerda que en diciembre pasado el Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló que la empresa brasileña Odebrecht, entre las mayores compañías ingenieras y constructoras de América Latina, pagó sobornos millonarios en un escándalo que salpicó a funcionarios de doce países.
El caso de Odebrecht, que se destapó en 2015 durante la investigación por corrupción a la petrolera estatal brasileña Petrobras, involucró a autoridades y ejecutivos de EE.UU. Argentina, Colombia, Ecuador, Angola, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú, República Dominicana y Venezuela.
En esos países Odebrecht supuestamente pagó altas sumas de dinero para obtener negocios y licencias millonarias para ejecutar importantes obras públicas entre 2001 y 2016.
Ayer un alto funcionario del Departamento de Justicia estadounidense aseguró que la constructora pagó al Gobierno de EE.UU. los 93 millones de dólares que había acordado abonar fruto del pacto judicial que alcanzó con EE.UU., Brasil (2.390 millones de dólares) y Suiza (116 millones).
Odebrecht tiene una estrecha relación con el Gobierno de Cuba, con el que ha firmado varios contratos, entre los que resalta la construcción de la mayor parte de la ZEDM, en la que el Gobierno brasileño puso 682 millones de dólares a través del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES).
En 2015 una web oficialista cubana publicó que la compañía brasileña se ocuparía de la ampliación del Aeropuerto de La Habana, aunque en 2016 la isla anunció que el proyecto estaba adjudicado a la francesa Bouygues.
Una subsidiaria de Odebrecht también firmó en 2013 un contrato de 13 años con la empresa estatal Azcuba, que controla todo el sector azucarero de la isla, para administrar y modernizar un centro azucarero en la provincial de Cienfuegos, la primera inversión extranjera en ese sector, controlado por el Estado desde 1959