Aguas negras, cúmulo de desechos sólidos y mal olor forman parte del día a día de estos residentes.
Indican, que los niños son los más afectados. Tal es el caso de los hijos de una mujer, quienes padecen de enfermedades cutáneas.
A través de puentes hechos en concreto y madera, los residentes se comunican a la vía principal, pero al pasar corren el riesgo de caerse entre estas aguas negras.
Asimismo, aseguran que la cañada es utilizada como escondite por los delincuentes al momento de ser perseguidos por la Policía.