El conflicto entre Israel y los palestinos ha vuelto a entrar en una escalada de violencia, esta vez con epicentro es la ciudad de Jerusalén, donde casi diariamente se reportan víctimas.
El ejército israelí desplegó este miércoles a cientos de soldados para apoyar a la policía, que intenta controlar una ola de ataques con armas de fuego y cuchillos que se han intensificado en días recientes.
En la ocupada Jerusalén Oriental se han colocado retenes en zonas palestinas, donde la mayoría de los ataques han sucedido.
La policía está autorizada a sellar vecindarios palestinos en la ciudad y a demoler las casas de los atacantes.
Con el estancamiento de las conversaciones de paz impulsadas por EE.UU., algunos analistas advierten que podría producirse un nuevo levantamiento palestino (o intifada). Y la tensión podría salirse de control.
La crisis se da al tiempo en que la atención de la comunidad internacional parece estar más enfocada en conflictos como el de Siria y la lucha contra el autodenominado Estado Islámico.
BBC Mundo te explica con 4 preguntas lo que está ocurriendo en el conflicto palestino-israelí.
1. ¿Qué está pasando entre israelíes y palestinos?
Desde octubre se ha registrado una serie de ataques con puñales y armas de fuego de palestinos contra israelíes, y un apuñalamiento de aparente represalia perpetrado por un israelí.
Los incidentes, algunos de los cuales han sido mortales, tuvieron lugar en Jerusalén, en pueblos y ciudades del norte y centro de Israel, y en los territorios ocupados en Cisjordania.
Los casi diarios apuñalamientos han dejado decenas de muertos y heridos en las últimas dos semanas.
Israel ha incrementado la seguridad y enfrentado las protestas palestinas, lo que ha ocasionado muertes del lado palestino.
Varios de los atacantes palestinos han terminado acribillados por fuerzas de seguridad militar o civil de Israel y por lo menos otros 17 palestinos han perdido la vida en disturbios relacionados.
También ha habido hechos de violencia en la zona fronteriza de la Franja de Gaza.
2. ¿Qué hay detrás de la tensión?
Tras un periodo de relativa calma, la violencia comenzó a intensificarse después de los enfrentamientos registrados en la mezquita de al Aqsa, un importante sitio sagrado para los musulmanes en Jerusalén, a mediados de septiembre.
El detonante fueron los rumores entre los palestinos de que Israel intentaba cambiar un antiguo acuerdo que permite el acceso al Templo del Monte o Explanada de las Mezquitas -donde se encuentran al Aqsa y la Cúpula de la Roca-, área vigilada y controlada por las fuerzas israelíes.
El lugar también es de importancia religiosa para los judíos, pero los musulmanes se cuidan celosamente de que se les niegue la entrada o, peor aún, que el ejército israelí incursione en el área.
Israel repetidamente desestimó los rumores, calificándolos de incitación.
Poco después, dos israelíes que viajaban con sus cuatro hijos murieron luego de que palestinos les dispararan en Cisjordania. Dos días después empezaron los apuñalamientos.
Tanto Israel como la Autoridad Nacional Palestina se acusaron mutuamente de no hacer nada para proteger a las comunidades del otro.
Israel ha dicho que el liderazgo palestino está incitando los ataques, mientras que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, ha acusado a los colonos judíos y a las autoridades israelíes de realizar "actos de agresión" que han motivado la reciente ola de violencia.
3. ¿Tienen las redes sociales algo que ver?
Aunque no hay evidencia clara de que los ataques estén organizados centralmente, los palestinos los han estado celebrando y alentando en las redes sociales.
Tras los primeros ataques, Hamas, el grupo radical que controla la Franja de Gaza, publicó un video online explicando cómo apuñalar judíos.
El montaje, acompañado de música dramática, muestra a dos "judíos" intimidando a unos niños árabes, antes de que un transeúnte árabe los apuñale a ambos.
El video fue retirado del canal de YouTube de Hamas después de que la Cancillería de Israel se quejara de que glorificaba la violencia e incitaba a más ataques.
También han surgido en Facebook y YouTube otros mensajes elogiando y exhortando a más ataques contra israelíes, mientras que en Twitter los hashtags"Jerusalén Intifada" o "Intifada de puñales" están ganando terreno en las redes sociales palestinas.
Muchos de los ataques y sus consecuencias han sido filmados con teléfonos móviles y cámaras de circuito cerrado, cargados rápidamente y compartidos por internet.
Funcionarios israelíes han expresado su temor de que las imágenes de agresores siendo acribillados podrían alimentar la ira e inspirar más ataques.
4. ¿Estamos ante una tercera intifada?
Hasta el momento ha habido dos intifadas palestinas contra la ocupación israelí. Una en la década de 1980 y otra a comienzos de la de 2000.
La primera intifada fue un levantamiento coordinado que se inició en diciembre de 1987 contra la ocupación israelí en Cisjordania y la Franja de Gaza.
Tuvo una doble estrategia de resistencia y desobediencia civil.
El levantamiento concluyó con la Conferencia de Madrid, en 1991, que desembocó en la firma de los acuerdos de Oslo de 1993.
Sin embargo, en septiembre de 2000 estalló un segundo levantamiento conocido como la Intifada de al Aqsa, cuyos orígenes muchos atribuyen a la provocadora visita del futuro primer ministro israelí Ariel Sharon a la Explada de las Mezquitas.
Análisis posteriores determinaron que la segunda intifada fue realmente en respuesta al colapso de las negociaciones de paz de Camp David en septiembre de 2000.
El movimiento concluyó en 2005.
Ahora, con las conversaciones de paz en estado moribundo, algunos observadores se preguntan si no estamos a las puertas de una tercera intifada.
Los apuñalamientos parecen ser aleatorios y oportunistas y, aunque han sido elogiados en las redes sociales por grupos radicales y adeptos a la facción Fatah de Mahmoud Abbas, el mismo presidente de la Autoridad Nacional Palestina afirma que los palestinos no están interesados en una escalada de la tensión.
Sin embargo, existe el peligro de que los ataques ganen impulso, empiecen a ser dirigidos por grupos radicales y quedar fuera de todo control de las autoridades reconocidas.